En las noches de verano,
cuando arde mi corazón
en un hervir casi insano,
se me nubla la razón.
Me hace ver espejismos
que reflejan mal estado
de mi vista, de mi oído,
de mi gusto, de mi tacto,
para no hablar del olfato...
Haces tuyos mis sentidos,
y casi no se quien soy yo.
Senda firme se me antoja
el rielar del satélite en el mar
cual trampantojo marino
que agua oscura desaloja,
dibujando un gran camino,
que no quiero andar a solas.
Sueño escalones de olas
con sus ribetes de espuma
que escalan hasta la Luna,
y no quiero ascender a solas.
Todos los años me baño
en el mismo mar de amor
y ya no uso el calendario,
rebautizo días y meses con
nombres de enamorado,
con tus ojos, con tus labios,
con tu rostro, con tus manos,
con llantos, y con deseos,
con sueños desesperados...
Que pase el resto del año
que llegué pronto el verano,
yo me quedaré dormido,
para seguirte soñando.
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